Karen Horney
Karen Horney nace el 16 de
septiembre de 1885, cerca de Hamburgo, Alemania; fue hija del noruego Berndt
Henrik Vackels Danielsen y de Clotilde Maris von Ronzelen, una descendiente de
holandeses conocida como Sonni. Contrajeron matrimonio en 1881, siendo las
segundas nupcias de Berndt, que era 19 años mayor que Sonni, aportando cuatro
hijos al nuevo hogar que instalo con Elibeck, cerca de Hamburgo. A ellos se
sumaron dos nuevos hijos, que recibieron por nombre Berndt y Karen.
A los 13 años, alentada por su
madre, Karen decide estudiar medicina, lo que la obliga a dejar la escuela
religiosa local para integrarse en el liceo de Hamburgo, donde acababan de
autorizar el acceso de chicas. Con tan solo 16 años; Karen fija su residencia
en Hamburgo con el fin de realizar estudios previos para tener acceso a la
Universidad, siendo acompañada por su madre, que tuvo que alquilar a jóvenes
estudiantes algunas habitaciones de la casa para sufragar los gastos. Esta
situación familiar era un claro síntoma del alejamiento del matrimonio, que
finalmente se rompió en agosto de 1904, a partir de cuyo momento Karen empezó a
mostrarse muy ambivalente con su antes admirada madre, quejándose de su
esnobismo y de su antisemitismo.
Con 21 años Karen inicia la
licenciatura de medicina en la Universidad de Friburgo, ciudad a la que también
se desplaza la madre para hacerle compañía. Por entonces, conoce al que sería
su marido, Oskar Horney, que cursaba economía política en Braunschweig. Una vez
completado el ciclo preclínico, Karen se traslada a Gotinga para completar sus
estudios médicos, viviendo ya sin su madre durante una temporada.
En 1909, con 24 años, Karen
contrae matrimonio con Oskar, instalándose en Berlín, otra vez junto a su
madre, viviendo toda la familia de lo que ganaba el esposo. Por esta etapa
Karen empieza a asistir a la Clinica
Neuropsiquiatrica de la Universidad,
donde conoce a Karl Abraham, con quien iniciaría su primer análisis por estar
aquejada de ciertas dificultades sexuales y de un prolongado estado depresivo.
Poco después, en mayo de 1910, fallece su padre, acentuándose su tristeza, a
pesar de lo cual decide interrumpir su tratamiento psicoanalítico. En este
tiempo nace su hija Brigitte y en febrero de 1911 muere su madre, planteándose
reanudar su análisis a causa del bajo estado anímico en que se encontraba,
optando finalmente por el autoanálisis por temor a sus reacciones
transferenciales.
En 1911 Karen finaliza la carrera
en Berlín, iniciando inmediatamente su formación psiquiátrica a la par que
asiste a las reuniones científicas de la Asociación Psicoanalítica local, donde
presentó en febrero de 1912 una comunicación sobre la educación sexual de los
niños. Durante este año empieza su tarea profesional de psicoanalista y dos
años después presenta su tesis de doctorado que versó sobre el traumatismo
físico como causa de la psicosis. En 1915, en plena guerra mundial, fue
nombrada secretaria de la Asociación Psicoanalítica de Berlín. Ya tenía dos
hijas (Brigitte y Marianne), naciendo Renate, la última, en 1916, año en que la
familia se instaló en la opulenta villa de Zehlendorf. En 1920, Karen forma
parte como analista didacta del recién creado Instituto Psicoanalítico de
Berlín, emprendiendo por entonces un breve análisis con Hanns Sachs.
Los años de 1926 y 1927 fueron
negativos para la estabilidad económica de la familia Horney, hasta el punto de
tener que vender su residencia de Zehlendorf, yéndose Karen y sus tres hijas a
vivir a un apartamento menos costoso, tomando huéspedes para sufragar los
gastos familiares, ya que en 1927 se había producido la ruptura con Oskar,
aunque el divorcio oficial tendría lugar en 1937.
En 1930, Brooklyn es considerado
la capital intelectual del mundo, debido a la importante influencia de los
judíos refugiados de Alemania. Fue aquí donde Karen se hace amiga de
intelectuales como Erich Fromm y Harry Stack Sullivan, incluso teniendo un
amorío con el último. Y fue aquí donde desarrolla sus teorías sobre neurosis,
basada en su experiencia como psicoterapeuta.
Paralelamente a todo ello, la
posición de Horney en el grupo freudiano se iba desacreditando, lo que, junto a
la situación política y económica en que se debatía Alemania, hizo que Karen
aceptara un puesto de directora adjunta en el Instituto Psicoanalítico de
Chicago que lideraba Franz Alexander, un antiguo discípulo suyo. Partió para
los Estados Unidos el 22 de septiembre de 1932, acompañada de su hija Renate,
pues las otras dos hijas ya eran independientes. Pasado un año se nacionalizó norteamericana,
convalidó sus estudios médicos y empezó a publicar muchas obras clínicas,
creándose un notable prestigio que condujo a elevados ingresos económicos en su
consulta privada.
En 1934 llegó a pertenecer al
personal del Instituto Psicoanalítico de Nueva York. Su primera obra de
importancia fue La personalidad neurótica
de nuestros tiempos, la cual fue
publicada en 1937. Entre 1922 y 1935 Horney escribe 14 trabajos en los cuales
refutaba la tendencia antifeminista de Freud y enfatizaba determinantes
sociales en lugar de biológicos en las diferencias de sexos y la psicología
femenina; es por ello que Horney fundó la Asociación para el Avance del
Psicoanálisis en 1941 y es profesora en la Universidad de Nueva York a partir
de 1942. En 1945 escribe Nuestros conflictos interiores y en
1950 escribe Neurosis y Crecimiento Humano.
Ella practica, enseña y escribe hasta su muerte el 4 de diciembre de 1952. Su último libro, con el título de Psicología femenina es publicado en 1967, 15 años después de su muerte.
Tal vez lo que mayor celebridad
le dio a Horney es haber apartado el psicoanálisis de su estrecho énfasis en la
biología y los procesos de la maduración, encaminándolo en cambio hacia la
comprensión de la influencia de la sociedad y la cultura, y el papel conjunto
que ambas cumplen en el desarrollo de la personalidad.
La vida de Karen Horney acabó el
4 de diciembre de 1952, falleciendo a consecuencia de un cáncer de pulmón.
Junto a su cama hospitalaria apareció el último libro que estaba leyendo, El egoísta, clara expresión de sus
intereses.

En conclusión: Horney rechazó las nociones de Freud de los determinantes genéticos e instintivos del comportamiento y también de la división del psique en sistemas hostiles. Se convenció de que las enfermedades de la personalidad se ocasionaban por las poderosas demandas ambientales, económicas, educativas y sociales que crearon problemas de adaptación en vez de conflictos intrínsecos interiores. Un patrón de circunstancias desfavorables en el hogar produce en el niño un estado que Horney nombró como ansiedad básica, un sentimiento de aislamiento y desamparo en un ambiente potencialmente hostil. Tal inseguridad es la base para la formación de un estilo de vida neurótico, y los patrones sanos del crecimiento son impedidos conforme predominan los patrones de desvío.
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