jueves, 22 de agosto de 2013

Resumen - Fisiología de la Conducta

El Cerebro y la Mente

Desde siempre los humanos han tratado de predecir los acontecimientos que afectan nuestras vidas, desde hace mucho tiempo han investigado también la composición de nuestro cuerpo, han investigado nuestro cuerpo por dentro en busca de que es lo que nos hace trabajar. Desde luego de igual forma ya se habían dado cuenta el interior de nuestro cuerpo es muy similar al de los animales, incluso que los animales podrían ser peligrosos, pero a pesar de ello, no presentaban una amenaza para la supremacía del Homo sapiens.

Nuestros ancestros habían llegado a la conclusión de que nuestro cuerpo estaba habitado por almas o espíritus; y que lo que nos hacia funcionar no iba a poder ser encontrado así cortaran o abrieran a un ser humano. Nuestro cerebro es tan pequeñamente desproporcionado a comparación de nuestro cuerpo que, las primeras personas que husmearon dentro del cuerpo humano, no encontraron un órgano cuyo aspecto explicara nuestra singularidad. Esto no significa que nuestros ancestros no identificaran a la cabeza como el sitio del pensamiento y de los sentimientos, pues después de todo los ojos, oídos y nariz, llevaban imágenes, sonidos y olores al interior de la cabeza, y por tanto parecía que nuestras mentes o nuestras almas vivían en nuestras cabezas. Sin embargo la aceptación general de que nuestros cerebros son la base, y no el asiento, de nuestras mentes es un acontecimiento más reciente. La mente no controla al cerebro, ni el cerebro controla a la mente; más bien el cerebro, en sus operaciones, da lugar a la mente.

La Unidad de la Conciencia.

La comprensión humana también trae con ella un sentimiento de unidad de la conciencia; cada uno de nosotros es un individuo singular, con un depósito de recuerdos, necesidades, esperanzas y sentimientos. Nuestras personalidades pueden tener diferentes aspectos, y nuestros gustos pueden cambiar, pero para cada uno de nosotros nuestra mente resulta ser una sola entidad. Un ser humano no tendría problema para reconocer por el tacto, en la oscuridad, objetos previamente vistos, pero no palpados; sin embargo esto no resulta generalmente cierto para algunos animales.

La integración de la información recibida por diferentes modalidades sensoriales se logra por medio de interconexiones entre regiones del cerebro que efectúan estos análisis. En efecto, estas interconexiones unifican nuestro conocimiento sensorial.

Dos mentes en una. Efectos de la División Quirúrgica del Cerebro.

La conexión más importante entre los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro está constituida por el cuerpo calloso. El hecho de que la conciencia dependa de conexiones específicas dentro del cerebro se demuestra en forma bastante dramática por la conducta de las personas cuyo cerebro ha sido dividido quirúrgicamente.

Pudiera pensarse que tal operación alteraría la conducta de la persona en alguna forma claramente observable. En vez de ellos, estas personas se muestran bastantes normales, cuando menos para el observador casual.  Aunque los lados derecho e izquierdo del cerebro operan independientemente después de que el cuerpo calloso ha sido seccionado, el hemisferio izquierdo, debido a sus capacidades especiales, domina la conducta de la persona. Por ejemplo, el daño a una región del hemisferio izquierdo impedirá el habla normal, aunque el paciente continuara siendo capaz de comprender las palabras habladas. La destrucción de las mismas regiones del hemisferio derecho no producirá estas incapacidades.

El hecho de que las incapacidades verbales de una persona sean controladas por un hemisferio explica el cambio relativamente menor observado en estas actividades después de cortar el cuerpo calloso. Esta dominancia hemisférica normal del habla también explica el hecho de que una persona con el cerebro bisectado no da la impresión de poseer dos hemisferios que operan independientemente, ya que solo uno de ellos (el izquierdo) domina el habla. El hemisferio derecho no es capaz de expresarse verbalmente; es mudo.

Además de ser mudo el hemisferio derecho es un lector extremadamente malo. Debido a este hecho una de las primeras cosas que aprende una persona con cerebro hendido es sostener un libro con la mano derecha mientras lee. Los músculos de las manos y de las piernas están controlados principalmente por el lado opuesto del cerebro.

Del mismo modo que determinado hemisferio controla los miembros del otro lado del cuerpo y recibe información sensorial de ellos, así los estímulos visuales localizados a la izquierda y derecha del punto de fijación son trasmitidos al hemisferio contralateral. Si vemos directamente hacia adelante, el hemisferio izquierdo ve los objetos hacia nuestra derecha, y el derecho ve los objetos situados a nuestra izquierda.

Comunicación entre Dos Mentes en Una Cabeza. Aunque los hemisferios de un paciente con cerebro hendido ya no se pueden comunicar por medio del cuerpo calloso, pueden a veces enviarse mensajes entre sí por diferentes medios. El hemisferio derecho escucha todo lo que es dicho por el hemisferio izquierdo, por supuesto, y comprende mucho de lo que se está diciendo. En ciertas ocasiones el hemisferio derecho puede pasarle información al izquierdo.

Resulta bastante claro que una persona con cerebro bisectado posee dos mentes. Seguramente resultaría un subterfugio aseverar que no hay mente en el hemisferio derecho porque no puede hablarnos. Cada hemisferio puede percibir y reaccionar a su propia información input sensorial, y por tanto resulta factible que cada hemisferio tenga su propia conciencia.

El Cerebro: Órgano de Decisión y Control.

El cerebro recibe información, toma decisiones y produce efectos. Las personas están muy familiarizadas con la información input de naturaleza sensorial: visión, audición, tacto. También estamos familiarizados con las órdenes del output del cerebro a través de los nervios que controlan los músculos con los cuales movemos nuestro cuerpo. Pero el cerebro también recibe información distinta de la trasmitida por intermedio de los nervios sensoriales y controla más que a los músculos esqueléticos. 


Además de controlar los músculos esqueléticos los output neurales del cerebro también controlan músculos como los del intestino, el corazón, vejiga urinaria y el iris del ojo. El cerebro también responde a otros influjos inputs no neurales, como la temperatura del cuerpo, la cantidad de oxigeno en la sangre y la concentración de plasma sanguíneo. 

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